30 de julio, Día Mundial contra la Trata de Personas

Cáritas. 30 de julio de 2015.-
30 de julio, Día Mundial contra la Trata de PersonasTRABAJAR POR SU ERRADICACIÓN Y ACOMPAÑAR A LAS VÍCTIMAS, APUESTA DE CÁRITAS ANTE ESTE «CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD»
Ante le celebración el 30 de julio del Día Mundial contra la Trata de Personas, Cáritas Española llama la atención sobre la violación de derechos humanos que para millones de personas en todo el mundo supone esta denigrante forma de esclavitud moderna, que se estima que es el segundo negocio ilegal más lucrativo a nivel mundial.

En esta jornada es necesario recordar las palabras del Papa Francisco en 2013 a propósito de la trata de personas, a la que califica como “un crimen contra la humanidad”, ante el que invita a “unir las fuerzas para liberar a las víctimas y para detener este crimen cada vez más agresivo, que amenaza, además de las personas, los valores fundamentales de la sociedad y también la seguridad y la justicia internacionales, además de la economía, el tejido familiar y la vida social misma”.

Pobreza y violencia, caldos de cultivo parta la trata

La red Cáritas es testigo en todo el mundo de cómo la falta de oportunidades y de un futuro digno, la pobreza crónica, la persecución, la marginación o la guerra son el caldo de cultivo para que las personas decidan migrar o escapar a otros países, buscando un futuro mejor y menos incierto.

En esa búsqueda y dado que los canales legales de migración escasean, son caros y difíciles, las personas recurren, en su desesperación, a vías alternativas de salida que, en ocasiones, son redes de tráfico de personas. De forma involuntaria, el migrante entra en una red de trata, lo que significa ser vendido para ser explotado laboral o sexualmente, casado contra su voluntad o, en los casos más extremos, objeto de trafico con sus órganos vitales. En muchas ocasiones, la captación tiene lugar mediante la promesa de un contrato legal de trabajo, que acaba siendo falso; en otras, el empleador confisca el pasaporte y los documentos legales del trabajador, lo que impide su movilidad.

Todos estos supuestos son ejemplos dramáticos de lo que se define como “trata de personas”.

De Armenia a Costa Rica

Cáritas Española apoya en países como Armenia, Tailandia, Myanmar, Mozambique y Costa Rica, diversos proyectos de sus respectivas Cáritas nacionales para acoger y acompañar a las víctimas de esta práctica execrable.

Cáritas Armenia, por ejemplo, lleva a cabo en las comunidades rurales y las zonas de frontera campañas de sensibilización sobre migración y trata mediante la construcción de alianzas sólidas con los grupos de la sociedad civil. Armenia es un país emisor de migrantes, en especial de mujeres víctimas de trata hacia diferentes países de la Unión Europea y, sobre todo, a los Emiratos Árabes.

En Myanmar (la antigua Birmania), un proyecto de Cáritas que se desarrolla en diversas diócesis del país se centra en la prevención del problema, promoviendo –sobre todo entre la población más joven– el uso de canales de migración segura para quienes deciden salir del país y alertando sobre aquellas vías de salida irregular que conllevan mayor riesgo de caer en redes de trata. El destino preferido para la migración laboral en Birmania es la vecina Tailandia, aunque la trata de mujeres se dirige sobre todo hacia con China e India.

En la diócesis tailandesa de Surat Thani, al otro lado de la frontera con Myannmar, Cáritas desarrolla un programa basado en las denominadas cuatro “P”: prevención, persecución, protección y partenariado. El actual Gobierno tailandés está especialmente interesado en regularizar la situación de los migrantes y en cercenar el negocio del tráfico de personas, por lo que este proyecto pretende reforzar los controles legales mediante la colaboración de todas las partes involucradas. Para ello, la asistencia legal a los inmigrantes y las victimas de trata se complementa con la colaboración de abogados a ambos lados de la frontera.

Formación y prevención en Mozambique y Costa Rica

En Mozambique, la actuación de Cáritas ante el drama de la trata se desarrolla en varios frentes, que abarcan desde proyectos de formación y prevención en las comunidades para que conozcan en toda su dimensión el problema, puedan actuar ante los posibles captadores y sean capaces de denunciar ante las autoridades la desaparición de alguna persona; hasta la formación y sensibilizar de las autoridades locales para que las leyes contra el tráfico y la trata de personas se apliquen con la máxima contundencia.

En este país africano, el destino principal de las víctimas de las redes de trata es la explotación sexual y laboral en la vecina África del Sur, junto a la extracción de órganos para su venta a países extranjeros que los demandan.

Cáritas Costa Rica aborda el problema de la trata bajo un enfoque global de violación de los derechos humanos en los ámbitos de migración y refugio, y orientado a la  búsqueda de soluciones estructurales. En este marco se desarrolla desde 2013 el proyecto “Construcción de paz, equidad y tolerancia”, que  apoya Cáritas Española. Su principal objetivo es capacitar en la prevención de la violencia a 200 agentes sociales que, una vez formados, realizarán actividades de sensibilización en el respeto a los derechos humanos y de prevención y denuncia de la trata de personas.

Este proyecto, que se lleva a cabo la archidiócesis de San José y las diócesis de Puntarenas, Tilarán-Liberia, Ciudad Quesada y Limón, busca también que los grupos más vulnerables sean protagonistas de su propio desarrollo e incrementen su capacidad de respuesta ante las distintas formas de violencia.

Acción global a través de COATNET

En este marco global de trabajo contra la trata de personas, Cáritas Española participa en COATNET (Christian Organizations Against Trafficking in Human Beings), la Red de Organizaciones Cristianas contra el Tráfico de Seres Humanos, que celebró el año pasado en Madrid su reunión bienal. Esta cita sirvió para debatir las estrategias sobre cómo fomentar las capacidades operativas de las organizaciones participantes a la hora de identificar casos de trata de personas para servidumbre doméstica, así como acordar un plan conjunto de trabajo para el período 2014-2015.

Además, en ese encuentro se presentó la “GUÍA DIDÁCTICA SOBRE LA TRATA DE MUJERES Y NIÑAS CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL”, realizada en nuestro país por el Grupo Intereclesial formado por el Secretariado de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal, Cáritas Española, la Fundación Cruz Blanca, Justicia y Paz, y la Conferencia de Religiosos de España (CONFER).

Cáritas. 30 de julio de 2015.- Ante le celebración, hoy 30 de julio, del Día Mundial contra la Trata de Personas, Cáritas Española llama la atención sobre la violación de derechos humanos que para millones de personas en todo el mundo supone esta denigrante forma de esclavitud moderna, que se estima que es el segundo negocio ilegal más lucrativo a nivel mundial.

En esta jornada es necesario recordar las palabras del Papa Francisco en 2013 a propósito de la trata de personas, a la que califica como “un crimen contra la humanidad”, ante el que invita a “unir las fuerzas para liberar a las víctimas y para detener este crimen cada vez más agresivo, que amenaza, además de las personas, los valores fundamentales de la sociedad y también la seguridad y la justicia internacionales, además de la economía, el tejido familiar y la vida social misma”.

Pobreza y violencia, caldos de cultivo parta la trata

La red Cáritas es testigo en todo el mundo de cómo la falta de oportunidades y de un futuro digno, la pobreza crónica, la persecución, la marginación o la guerra son el caldo de cultivo para que las personas decidan migrar o escapar a otros países, buscando un futuro mejor y menos incierto.

En esa búsqueda y dado que los canales legales de migración escasean, son caros y difíciles, las personas recurren, en su desesperación, a vías alternativas de salida que, en ocasiones, son redes de tráfico de personas. De forma involuntaria, el migrante entra en una red de trata, lo que significa ser vendido para ser explotado laboral o sexualmente, casado contra su voluntad o, en los casos más extremos, objeto de trafico con sus órganos vitales. En muchas ocasiones, la captación tiene lugar mediante la promesa de un contrato legal de trabajo, que acaba siendo falso; en otras, el empleador confisca el pasaporte y los documentos legales del trabajador, lo que impide su movilidad.

Todos estos supuestos son ejemplos dramáticos de lo que se define como “trata de personas”.

De Armenia a Costa Rica

Cáritas Española apoya en países como Armenia, Tailandia, Myanmar, Mozambique y Costa Rica, diversos proyectos de sus respectivas Cáritas nacionales para acoger y acompañar a las víctimas de esta práctica execrable.

Cáritas Armenia, por ejemplo, lleva a cabo en las comunidades rurales y las zonas de frontera campañas de sensibilización sobre migración y trata mediante la construcción de alianzas sólidas con los grupos de la sociedad civil. Armenia es un país emisor de migrantes, en especial de mujeres víctimas de trata hacia diferentes países de la Unión Europea y, sobre todo, a los Emiratos Árabes.

En Myanmar (la antigua Birmania), un proyecto de Cáritas que se desarrolla en diversas diócesis del país se centra en la prevención del problema, promoviendo –sobre todo entre la población más joven– el uso de canales de migración segura para quienes deciden salir del país y alertando sobre aquellas vías de salida irregular que conllevan mayor riesgo de caer en redes de trata. El destino preferido para la migración laboral en Birmania es la vecina Tailandia, aunque la trata de mujeres se dirige sobre todo hacia con China e India.

En la diócesis tailandesa de Surat Thani, al otro lado de la frontera con Myannmar, Cáritas desarrolla un programa basado en las denominadas cuatro “P”: prevención, persecución, protección y partenariado. El actual Gobierno tailandés está especialmente interesado en regularizar la situación de los migrantes y en cercenar el negocio del tráfico de personas, por lo que este proyecto pretende reforzar los controles legales mediante la colaboración de todas las partes involucradas. Para ello, la asistencia legal a los inmigrantes y las victimas de trata se complementa con la colaboración de abogados a ambos lados de la frontera.

Formación y prevención en Mozambique y Costa Rica

En Mozambique, la actuación de Cáritas ante el drama de la trata se desarrolla en varios frentes, que abarcan desde proyectos de formación y prevención en las comunidades para que conozcan en toda su dimensión el problema, puedan actuar ante los posibles captadores y sean capaces de denunciar ante las autoridades la desaparición de alguna persona; hasta la formación y sensibilizar de las autoridades locales para que las leyes contra el tráfico y la trata de personas se apliquen con la máxima contundencia.

En este país africano, el destino principal de las víctimas de las redes de trata es la explotación sexual y laboral en la vecina África del Sur, junto a la extracción de órganos para su venta a países extranjeros que los demandan.

Cáritas Costa Rica aborda el problema de la trata bajo un enfoque global de violación de los derechos humanos en los ámbitos de migración y refugio, y orientado a la  búsqueda de soluciones estructurales. En este marco se desarrolla desde 2013 el proyecto “Construcción de paz, equidad y tolerancia”, que  apoya Cáritas Española. Su principal objetivo es capacitar en la prevención de la violencia a 200 agentes sociales que, una vez formados, realizarán actividades de sensibilización en el respeto a los derechos humanos y de prevención y denuncia de la trata de personas.

Este proyecto, que se lleva a cabo la archidiócesis de San José y las diócesis de Puntarenas, Tilarán-Liberia, Ciudad Quesada y Limón, busca también que los grupos más vulnerables sean protagonistas de su propio desarrollo e incrementen su capacidad de respuesta ante las distintas formas de violencia.

Acción global a través de COATNET

En este marco global de trabajo contra la trata de personas, Cáritas Española participa en COATNET (Christian Organizations Against Trafficking in Human Beings), la Red de Organizaciones Cristianas contra el Tráfico de Seres Humanos, que celebró el año pasado en Madrid su reunión bienal. Esta cita sirvió para debatir las estrategias sobre cómo fomentar las capacidades operativas de las organizaciones participantes a la hora de identificar casos de trata de personas para servidumbre doméstica, así como acordar un plan conjunto de trabajo para el período 2014-2015.

Además, en ese encuentro se presentó la “GUÍA DIDÁCTICA SOBRE LA TRATA DE MUJERES Y NIÑAS CON FINES DE EXPLOTACIÓN SEXUAL”, realizada en nuestro país por el Grupo Intereclesial formado por el Secretariado de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal, Cáritas Española, la Fundación Cruz Blanca, Justicia y Paz, y la Conferencia de Religiosos de España (CONFER).

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