Carta Pastoral del Obispo de León en la celebración del Día de la Caridad

       VIVE LA MISERICORDIA: DEJA TU HUELLA

 

            Queridos diocesanos:

 

            El próximo día 29 de mayo, solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, la Iglesia nos convoca para celebrar el Sacramento de nuestra fe. Como sabéis la fiesta nació como un eco y prolongación del Jueves Santo y con el propósito de ofrecer un testimonio de adoración y de amor agradecido al Señor presente en la Eucaristía. Lo pedían la fe de la Iglesia, hondamente vivida, en el misterio de la presencia real y la piedad popular de los fieles, deseosos a su vez de reconocer el inmenso regalo que nuestro Redentor hizo en la última cena con sus discípulos al instituir este sacramento admirable. Celebrada actualmente el domingo siguiente al de la Santísima Trinidad, la fiesta está impregnada también de la alegría de la Pascua pues no en vano el Misterio eucarístico está íntima y sólidamente relacionado con la pasión, muerte y resurrección del Señor. Por otra parte, en esta solemnidad se han desarrollado muchas y significativas manifestaciones de arte, literatura y devoción exaltando el misterio de la Eucaristía. Manifestaciones que hay que cultivar, ciertamente, procurando también que guarden relación con la celebración de la Misa, es decir, como una derivación de lo que se actualiza en el Sacrificio eucarístico y como alimento de las actitudes religiosas suscitadas en él.

 

Muy oportunamente también, en la solemnidad del Corpus Christi se celebra el Día de Caridad para recordar a todos las exigencias del mandamiento del amor fraterno que el Señor estableció el mismo día en que instituyó la Eucaristía. Este año, el Jubileo de la Misericordia viene a reforzar esta dimensión ineludible de la caridad efectiva y práctica. Por eso, es bueno recordar que la adoración y el reconocimiento debidos a Cristo, presente en la Eucaristía, tienden no solo hacia una comunión sacramental con el Señor sino también hacia la unión espiritual entre todos los que participan digna y fructuosamente en ella. En este sentido el Año Jubilar de la Misericordia nos interpela y nos invita a acentuar esta dimensión tan importante en la vida cristiana. Recordemos, por ejemplo, estas palabras del papa Francisco al convocar este jubileo: Jesús afirma que… la regla de vida de sus discípulos deberá ser la que da el primado a la misericordia, como Él mismo testimonia compartiendo la mesa con los pecadores. La misericordia, una vez más, se revela como dimensión fundamental de la misión de Jesús” (MV 20).

 

Por este motivo el lema que Caritas ha elegido para la campaña de este año dice:  “VIVE LA MISERICORDIA: DEJA TU HUELLA”, invitándonos a la solidaridad y al compromiso caritativo siguiendo el espíritu de la fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo en la que Caritas diocesana de León se echa a la calle para mostrar a todos su deseo de ir al encuentro no solo de las necesidades, que esto lo hace durante todo el año gracias a su personal y voluntariado especialmente en las parroquias, sino también de la aportación generosa de los leoneses. Se trata de ofrecer a la sociedad la ocasión de dejar una huella de esperanza practicando la comunicación de bienes y, en definitiva, la justicia y la caridad que han de caminar juntas siempre, haciendo posibles los derechos fundamentales  de todas las personas, desde el lugar en el que a cada uno le ha tocado vivir.

 

No lo olvidéis, nunca tan poco ha podido hacer tanto con pequeños donativos, pero con muchas acciones generosas inspiradas e impulsadas por la misericordia, la generosidad del corazón y el espíritu solidario con quienes tienen menos. Estas son las huellas positivas que llevan el bien a los demás. Con mi cordial saludo y bendición:

+ Julián, Obispo de León