Con motivo del Día Internacional de la paz, que se celebra hoy bajo el lema “Forjar la paz juntos”, Cáritas Europa y Cáritas África han difundido una nota conjunta en la que reclaman a los líderes europeos y africanos determinación política para que la próxima cumbre entre la Unión Africana y la Unión Europea —la sexta de esta naturaleza que se celebra entre ambas partes— sea una oportunidad para comprometerse de forma práctica en la construcción de la paz a través de procesos genuinamente inclusivos.

Este es el texto del comunicado:

Formar la paz juntos con la colaboración entre África y la UE

En el Día Internacional de la Paz, Cáritas África y Cáritas Europa piden a los líderes africanos y de la UE que adopten un nuevo marco para las relaciones UE-África que coloque a las personas en el centro de los esfuerzos locales de paz y seguridad.

Preocupados por el riesgo de una futura asociación marcada por enfoques de arriba a abajo, instamos a los líderes a que se inspiren en el tema del Día Internacional de la Paz de este año, «Forjar la paz juntos», y que hagan de la próxima VI Cumbre UA-UE una oportunidad para comprometerse de forma prácticas en la construcción de la paz a través de procesos genuinamente inclusivos.

“Poner a las personas en el centro de los esfuerzos de paz y seguridad implica ir más allá de un enfoque centrado en el estado, reconocer las capacidades de las personas y formular estrategias ambiciosas para la inclusión en la construcción de la paz y la resiliencia», señala Albert Mashika, secretario ejecutivo de Cáritas África

Se espera que la VI Cumbre UA-UE fijada para finales de octubre alumbre una declaración conjunta que establezca las prioridades y acciones concretas de las relaciones entre la UE y África para los próximos años, incluidos los ámbitos de la paz y la seguridad. A pesar del compromiso de la UE con los principios de la Agenda 2030 y con la creación de una asociación centrada en las personas, las declaraciones anteriores tanto de las instituciones de la UE sobre su visión de esta futura asociación como la propuesta realizada por la Comisión Europea (CE) y el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), y las Conclusiones del Consejo sobre África, se han centrado siempre más en un enfoque de la seguridad a nivel de Estados. Sin embargo, las relaciones UE-África deberían basarse en asociaciones entre las diversas partes interesadas, en las que participen la sociedad civil y otros actores, no solo los gobiernos o las instituciones intergubernamentales. Esto es particularmente relevante, dado que la consolidación de la
paz es un proceso holístico que requiere abordar las causas profundas de los conflictos e invertir en la prevención de conflictos y la cohesión social a nivel comunitario. La consolidación de la paz también requiere importantes esfuerzos para la eliminación de la pobreza extrema y la preservación del estado de derecho.

Por tanto, pedimos a los líderes africanos y de la UE que reconozcan la importancia del compromiso de la comunidad local y la contribución de los actores religiosos en los esfuerzos de consolidación de la paz; establecer puntos de entrada prácticos para los agentes de base y de la sociedad civil, incluidas las mujeres y los jóvenes, para que puedan participar de manera significativa en las iniciativas de paz; y ampliar las oportunidades de financiación, programación y asociación a nivel local.

“Solo con un compromiso audaz para `forjar la paz juntos´, las acciones de la futura asociación UE-África tendrán éxito a la hora de abordar tanto los problemas de seguridad como los retos de una limitada cohesión social limitada y, en última instancia, servirán para reducir el conflicto y la inestabilidad que socavan gravemente los esfuerzos de desarrollo para reconstruir mejor una realidad posterior al Covid-19″, afirma Maria Nyman, secretaria general de Cáritas Europa.

Como Cáritas, abogamos por la participación desde las bases, no solo porque es indispensable para la efectividad de las estrategias de construcción de la paz, sino sobre todo porque es una opción clara para reconocer la dignidad de cada persona, la solidaridad, la corresponsabilidad y la elección de trabajar por el bien común. Como tal, imaginamos y alentamos la futura asociación UE-África para que se beneficie de la oportunidad de poner a las personas en el centro de todos los esfuerzos de paz mediante la inversión en iniciativas impulsadas por la comunidad.