La VIII Escuela de Primavera de Cáritas reúne a unos 400 participantes procedentes de toda España
Con una ponencia titulada “Una mirada a las personas que trabajamos en Cáritas”, el obispo de Sigüenza-Guadalajara y responsable de Cáritas en la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Atilano Rodríguez, inaugurará el próximo lunes 29 de febrero la VIII Escuela de Primavera de Cáritas, cuyas sesiones se prolongarán hasta el 4 de marzo en la localidad madrileña de El Escorial. Monseñor Rodríguez estará acompañado por Jorge Rosell, vicepresidente de la institución
Unos 400 agentes de todas las Cáritas Diocesanas del país participan en el primero de los dos grandes espacios formativos que convoca cada año la Confederación Cáritas Española. La segunda cita es la Escuela de Verano, que habitualmente tiene lugar en la primera quincena de julio.
Catorce cursos divididos en dos módulos
Dividido en dos módulos, el programa de esta Escuela de Primavera incluye hasta un total de catorce cursos, en lo que se desarrollarán temas de importancia estratégica para el trabajo de los agentes de Cáritas.
En el Módulo A, se impartirán materias como la comunicación institucional, la explotación laboral, la acción socioeducativa de base, la motivación escolar de la infancia y adolescencia en entornos no favorables o el manejo emocional en situaciones de crisis, entre otros.
La oferta del Módulo B incluye cursos sobre animación comunitaria, las claves para la acogida y el acompañamiento, los problemas éticos que plantea la acción social, el trabajo con migrantes y la convivencia intercultural, el ejercicio del derecho a la vivienda y la coordinación y animación de equipos.
Renovar el compromiso comunitario
Esta cita anual de formación de Cáritas pretende crear un espacio de referencia para todos los trabajadores y directivos de Cáritas en el que sea posible el aprendizaje mutuo, y la mejora de las respuestas a las situaciones de precariedad social, así como alimentar la motivación y el compromiso, y seguir tejiendo la red de servicio a los más pobres.
De hecho, las Escuelas de Primavera y de Verano son un lugar privilegiado de Cáritas para alentar, motivar, sostener y vivir en comunidad la llamada al compromiso evangélico de sus agentes, junto al cultivo de una honda espiritualidad y los espacios de formación e intercambio de experiencias.