Cáritas participa en los Encuentros Cuaresmales con el programa intergeneracional “Caminando Juntos”

La ⛪️ Parroquia Nuestra Madre del Buen Consejo (PP. Agustinos) acogió anoche el penúltimo de los ✝️ Encuentros Cuaresmales de @iglesiaenleon, protagonizado por el programa intergeneracional ‘Caminando juntos’ de Cáritas Diocesana de León.
Durante aprox. una hora, tomaron la palabra Nacha y Carmen, voluntarias adultas del programa que con Pilar y Manuela, residentes de la residencia Virgen del Camino y Paz, directora de dicho centro, fueron explicando en qué consiste este programa capaz de crear puentes entre generaciones y cómo cada encuentro es un intercambio de mundos, de abrazos, de risas, de recuerdos, de historias personales entre todos los que participan en el cada semana.
Laura , voluntaria joven, hizo una reflexión personal de lo que ha significado para ella su trayectoria en Caminando Juntos desde su época de estudiante de secundaria, y cómo este voluntariado ha marcado su formación y su vida.
Para terminar, M. José, técnico del programa, completó la charla con un balance del programa y añadió un enfoque de futuro como gesto de esperanza.
Con la proyección de un video-resumen con fotos terminó la sesión abriendo el turno de preguntas para todos los presentes.
Para concluir, rescatamos este fragmento que nos brindó Carmen ayer durante su intervención: “Vivimos una época en la que todo tiene que ser útil económicamente y no sabemos qué hacer con aquello que no produce rendimiento. Esto es lo que pasa con los niños, los ancianos, las personas con alguna enfermedad o las que viven con discapacidad, parece que en el momento vital que un ser humano deja de ser productivo, dejara de ser persona. Y sí, se atienden sus necesidades básicas en la mayoría de los casos: salud, comida, un techo donde vivir, etc, pero sus necesidades emocionales quedan en el olvido: un abrazo cuando lo necesitan, hablar y contar sus cosas, como se sienten, sus miedos, sus alegrías … algo que es tan importante en el principio y el final de la vida o ante una enfermedad o cuando no te sientes válido en una sociedad que muestra tanta falsa perfección miremos donde miremos. Por eso creo que el voluntariado y programas como “Caminando Juntos” tienen más sentido que nunca”.