Cáritas Española está apoyando los llamamientos de ayuda de emergencia lanzados en los últimos meses por las Cáritas nacionales de Níger y de Chad para afrontar la grave crisis alimentaria que se  viven en toda la cuenca de Lago Chad a causa de la violencia de Boko Haram –grupo terrorista de carácter fundamentalista islámico, activo en Nigeria, Camerún, Chad, Níger y Malí— y que afecta con especial intensidad a unos 2,4 millones de desplazados y refugiados.

CÓMO COLABORAR:
Cáritas con la región del lago Chad (Níger-Chad)
17 millones de personas afectadas

Aunque la emergencia en toda la región afecta aproximadamente a 17 millones de personas en Nigeria, Camerún, Chad y Níger, las zonas más golpeadas por la violencia relacionada con Boko Haram son el noreste de Nigeria (Adamawa, Borno y Yobe), Camerún (Extremo Norte), Chad (Lac) y Níger (Diffa).

En estas zonas, 6,2 millones de personas, el 36% de la población, sufren inseguridad alimentaria y desnutrición, mientras que el número de desplazados internos, refugiados y retornados suman 2,4 millones, según datos del primer trimestre de 2017.

La mayoría de estas familias son acogidas por comunidades que ya figuran entre las más pobres y vulnerables del mundo, lo que agrava la situación de precariedad previa debido a la escasez de alimentos y de recursos básicos.

Apoyo a 18.000 desplazados en Níger

Con objeto de poder dar respuesta urgente a las necesidades de las comunidades más vulnerables, Cáritas Níger lanzó un llamamiento de ayuda de emergencia en mayo pasado por importe de 582.930 euros para hacer frente la crisis actual en la región de Diffa.

En total, el plan de ayuda puesto en marcha por Cáritas en esa región, al que Cáritas Española ha apoyado con una partida de 100.000 euros, tiene como objetivo garantizar la seguridad alimentaria de 18.185 personas refugiadas y desplazadas, junto a las familias locales de acogida.

Asimismo, el programa, que estará en vigor hasta noviembre, incluye la implantación de 2 centros recreativos para la población infantil, la dotación a las familias de kits de cocinas mejoradas que permitan paliar el problema de la desforestación causada por el uso de leña para cocinar y la puesta en marcha de un proyecto de transformación de residuos plásticos en ladrillos para el pavimento.

Debido a recientes ataques de Boko Haram en Nigeria contra poblaciones civiles y militares, miles de personas se han visto forzadas a abandonar sus aldeas para ponerse a salvo en territorio nigerino. De hecho, a finales de 2016, una de cada dos personas en la región de Diffa era o bien refugiada o bien desplazada. La crisis se ha agravado al no haber podido completar los ciclos productivos que garantizasen las cosechas.

De acuerdo con las estimaciones de abril de 2017 de la ONU, la región de Diffa acoge a 106.162 refugiados llegados de Nigeria, a los que hay que sumar 120.956 desplazados internos. En julio pasado se registaron sendos ataques de Boko Haram contra los campos de refugiados de Kablewa y de Ngalewa, ambos en Diffa, lo que agravado aún más si cabe la situación de inseguridad de las personas más vulnerables de la zona.

Ayuda humanitaria para 600 familias en Chad

En Chad, Cáritas Española también viene apoyando con otra partida de 100.000 euros el llamamiento de ayuda lanzado por la Cáritas nacional por valor de 398.738 euros para garantizar ayuda humanitaria básica (alimentos, agua y saneamiento)  durante un año a 600 familias de desplazados de la zona Lago Chad.

Si bien gracias a la asistencia humanitaria y a un año de buenas cosechas, la seguridad alimentaria ha mejorado a nivel nacional en Chad desde la última temporada de escasez (junio-agosto de 2016), se teme que la situación empeore a partir de agosto y que unos 3,5 millones de personas entren en situación de inseguridad alimentaria.

Las poblaciones más afectadas se ubican en la región de Lac y en el cinturón saheliano. El país acoge a un gran número de refugiados que huyen de los diversos conflictos en los países vecinos: la República Centroafricana, Libia, Nigeria, Sudán y Sudán de Sur. La continua inseguridad civil causada por Boko Haram ha provocado grandes desplazamientos de población, lo que compromete la seguridad alimentaria de las personas refugiadas, repatriadas y de las comunidades de acogida en toda la región del Lago Chad.

Según datos de Naciones Unidas, alrededor de 104.000 personas están desplazadas internamente debido a la inseguridad en la cuenca del Lago Chad. Además, se calcula que más de 394.000 personas viven refugiadas actualmente en Chad, a las que hay que sumar otros 117.000 chadianos que han retornado al país en condiciones de gran precariedad.