Cáritas Española inicia un proceso para adecuar sus estructuras y estrategias a las nuevas demandas de las personas empobrecidas
La LXXXIII Asamblea General aprueba en El Escorial el Marco Estratégico Confederal y el VI Plan Estratégico
Cáritas. 28 de junio 2024. Cáritas Española ha decidido poner en marcha el Marco
Estratégico Confederal 2025-2030 y el VI Plan Estratégico para adecuar en los próximos
años sus estructuras organizativas y sus estrategias a las nuevas realidades de pobreza
y exclusión social que están planteando las personas que acuden a los centros y
recursos de la institución en toda España.
Este ha sido uno de los grandes acuerdos alcanzados en el marco de la LXXXIII
Asamblea General celebrada ayer y hoy en la Residencia San José de El Escorial, donde
se han dado cita unos 150 directivos de las 70 Cáritas Diocesanas que integran la
Confederación de Cáritas en España.
Estas dos herramientas, junto al lanzamiento del proceso interno de relectura del
Modelo de Acción Social de Cáritas, en vigor desde 2009, van a ser las herramientas
indispensables que servirán para orientar el buen gobierno de la institución en los
próximos años y reforzar el papel de las personas voluntarias como protagonistas de la
acción de Cáritas y agentes para la transformación social.
Esta Asamblea General ha dedicado, además, una parte importante de sus sesiones a
conocer las propuestas de los denominados Grupos de Participación Confederales,
unos espacios de trabajo que vienen funcionado en los últimos años en todas las
Cáritas Diocesanas para que las personas acompañadas puedan aportar, desde el
principio de que la participación es un derecho, su experiencia vital a la misión de la
institución. El objetivo último de estos Grupos es trasladar a los órganos de gobierno
de Cáritas la riqueza de estas experiencias vitales para que sea incorporada como
fuente de aprendizaje y crecimiento para la organización en sus estrategias de lucha contra la pobreza.
Declaración final
Esta, precisamente, es una de las claves que se identifican en la Declaración final de la
Asamblea para ser “facilitadores de comunidades solidarias y samaritanas”, donde se
rubrica la vocación de Cáritas de “salir al encuentro de las personas descartadas,
adecuando nuestras estructuras organizativas y reorientando nuestras estrategias para
seguir acogiéndolas y acompañándolas en su proceso de sanación, de recuperación y
de desarrollo para acceder a una vida digna”.
Junto a ello, los participantes en este encuentro anual apuestan por “fortalecer la labor de incidencia política como proceso de concordia, encuentro y diálogo con todos los
agentes sociales, económicos y políticos para crear instituciones más sanas,
regulaciones más justas y estructuras más solidarias, que permitan modificar las
condiciones sociales que generan sufrimiento”.
La Declaración se hace, además, una llamada a “tejer fraternidad para restaurar una
sociedad fragmentada por el individualismo y la polarización, construyendo espacios
comunes de vida, de bienes y de acción, y articulando comunidades sanadoras en
torno a un pacto de Estado por la justicia social puede actuar como terapia de
restauración de un clima ciudadano dañado por un escenario de blancos y negros”.
“Aunque nos enfrentamos a estos desafíos –afirman los participantes en la
Asamblea— mantenemos la esperanza y la determinación de que el crecimiento
económico puede y debe ir de la mano con la construcción del bien común. Estamos
comprometidos con la igualdad en la distribución de la riqueza y en asegurar que los
derechos sociales sean una realidad accesible para todas las personas, especialmente
para las más desprotegidas”. Y lanzan, en esa línea, “una interpelación a la conciencia
personal y comunitaria para asumir, desde la responsabilidad de cada uno, un papel
activo como agentes de renovación que deciden dejar de vivir al pairo de unas
dinámicas sociales que no nos hacen más libres, ni más iguales, ni más hermanos y
están dispuestos a dar un paso adelante como `semillas de bien´ de las que germine la
vida buena”.
Temas estatutarios
Presidida por monseñor Jesús Fernández, obispo de Astorga y presidente de la
Comisión Episcopal para la Pastoral social y Promoción humana —quien estuvo al
frente de las sesiones junto al presidente de Cáritas, Manuel Bretón—, la agenda de
esta Asamblea, más allá de los temas señalados, ha estado ocupada por el análisis y
debate de temas estatutarios, como la aprobación del informe anual presentado por la
secretaria general, Natalia Peiro; de la Memoria de actividades 2023; del informe decuentas y resultados del ejercicio 2023; y de la programación y presupuesto de 2025.
Esta ha sido la última cita confederal en la que ha participado como delegado
episcopal de Cáritas Vicente Martín antes de su consagración como obispo auxiliar de
Madrid, que tendrá lugar el próximo 6 de julio en la catedral de la Almudena.