Día del Comercio Justo: Un modelo económico más humano y sostenible para salir de esta pandemia
Cáritas, junto al resto de organizaciones que integran la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, llama a reclamar en este Día Mundial del Comercio Justo, que se conmemora en circunstancias extraordinarias el próximo 9 de mayo, un modelo económico más humano y sostenible para salir de esta crisis global causada por el coronavirus.
La salida de la profunda emergencia social provocada por la COVID-19 sólo será posible si se apuesta por otro modelo económico que ponga en el centro los derechos de las personas y el cuidado del medio ambiente frente a la acumulación de beneficios económicos. Como recuerda la Coordinadora, la desigualdad y la crisis climática son las principales consecuencias de un consumismo desmesurado e insostenible, cuyo único fin es la generación de capitales. La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de este sistema, que deja a demasiadas personas atrás, en condiciones indignas, sin sus necesidades vitales básicas cubiertas.
Las organizaciones de Comercio Justo defienden, por ello, una salida global y colectiva de esta emergencia, que apueste por un cambio en el sistema económico que dé prioridad a la dignidad humana y la protección del planeta. Esta reivindicación, que viene reclamándose desde hace varias décadas en el Día Mundial del Comercio Justo, este año, quiere defenderse de manera virtual de forma más alta y clara si cabe con el hashtag #DiaMundialComercioJusto.
Red Interdiocesana de Cáritas
Cáritas, como organización integrada en este movimiento, a través de su Red Interdiocesana de Comercio Justo, que agrupa 29 organizaciones diocesanas, se une a este llamamiento para que, incluso con las limitaciones de la pandemia, estar este año más presentes que nunca en las redes. Trabajando desde casa y a pesar de las limitaciones, urge seguir apoyando un modelo de comercio que antepone a la persona por encima del beneficio económico, y que defiende el trabajo decente y la vida digna para trabajadores y trabajadoras de todo el mundo.
A punto de reabrir sus tiendas y puntos de venta cuando la situación lo permita, muchas de las iniciativas de comercio justo de Cáritas han aprovechado el confinamiento para centrarse en la sensibilización a través de sus redes, actualizar sus recursos informáticos para adaptarlos a los nuevos tiempos online y ampliar el trabajo en red con otras plataformas del mercado social local, para apoyar tanto el comercio justo como el pequeño comercio de proximidad. También ha mantenido el contacto con sus cooperativas en Bangladesh y Palestina, seriamente afectadas por esta pandemia y que necesitan más que nunca nuestro apoyo.
Reivindicar un consumo responsable
Esta crisis ha reforzado aún más si cabe la exhortación del papa Francisco en la encíclica Laudato Si´, en la cual, además de señalar que nuestro nivel de consumo actual es insostenible, nos alerta de los peligros que esa dinámica supone para el futuro de la dignidad de las personas y para la Casa común, el planeta.
Cáritas defiende, junto al resto de las organizaciones de Comercio Justo, la necesidad de ajustar nuestros niveles de consumo a nuestras necesidades reales, y optar por productos elaborados de manera respetuosa con sus trabajadores y trabajadoras y con el medio ambiente. En este Día Mundial y ante el evidente desafío del cambio climático, reivindicamos un consumo responsable y sostenible que apueste por el Comercio Justo, pero también por el comercio de proximidad y el pequeño comercio de barrio, que revitaliza y regenera la vida de los barrios, los pueblos y las ciudades.
En el Manifiesto que la Coordinadora estatal de Comercio Justo ha preparado con motivo de la jornada de este año, se recogen, de manera resumida, estas demandas urgentes: situar a las personas por encima de los beneficios económicos, defensa de los derechos laborales y una vida digna para los trabajadores de todo el mundo, realizar un consumo responsable y compromiso efectiva en el respeto al medio ambiente.
La crisis del coronavirus ha demostrado lo insostenible y desigual del modelo de “crecimiento” económico mundial. Las respuestas y propuestas para salir de esta crisis no pueden caer en los mismos errores. Es necesario aprovechar esta oportunidad para cambiar de rumbo hacia un modelo de derechos, sostenibilidad y equidad.