La iniciativa «Iglesia por el Trabajo Decente» en León reivindica ante el primero de mayo que «sin compromiso no hay trabajo decente»
La iniciativa «Iglesia por el Trabajo Decente», que en la Diócesis de León integra a Cáritas Diocesana de León, a la Hermandad Obrera de Acción Católica, (HOAC), a la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), a los grupos de Pastoral Obrera, al Movimiento Rural Cristiano y al Equipo de ‘Justicia, paz e integridad de la Creación’, vuelve a sumar fuerzas tras dos años sin realizar actos públicos por causa de la pandemia y a unir voces ante el próximo Primero de Mayo, Día Internacional del Trabajo y fiesta de San José Obrero, para reafirmar el lema «Sin compromiso no hay trabajo decente» y denunciar que «pese a las cifras positivas, seguimos teniendo un mercado de trabajo caracterizado por la inestabilidad e inseguridad, que perviven incluso en momentos de crecimiento económico, intensificando la precariedad y las posibilidades de estar en situación de desempleo, con condiciones laborales que siguen sin ser dignas, lo que hace que muchas personas, a pesar de tener un trabajo no consiguen salir de la pobreza».
Acto público y eucaristía
En la Diócesis de León, desde la iniciativa «Iglesia por el Trabajo Decente», además de participar en los actos del Día del Trabajo el próximo domingo día 1 de mayo, se ha organizado un programa de actividades bajo el título «Trabajo seguro y con derechos» que incluye el jueves día 28, a las 19:30 horas en el salón de actos de la Fundación Sierra-Pambley, un acto público desde un foro de presentación-diálogo que estará centrado en el tema «El valor del trabajo» y que conducirá Francisco Puertas.
Ya para el viernes día 29 de abril, a las 19:30 horas en la la Parroquia de San Lorenzo esta iniciativa de «Iglesia por el Trabajo Decente» anima a participar en una eucaristía especial «en memoria de las víctimas del trabajo y sus familias».
Y ya este próximo domingo, 1 de mayo, todos los integrantes de la iniciativa «Iglesia por el Trabajo Decente» se sumarán a los actos del Día del Trabajo.
Manifiesto y compromiso
Y precisamente ante esta jornada del Primero de Mayo la iniciativa «Iglesia por el Trabajo Decente» ha hecho público ese manifiesto bajo el título «Sin compromiso no hay trabajo decente» en el que se recuerda que «la crisis visibilizó la necesidad de un cambio en el sistema productivo, que fuese capaz de crear empleos que aporten valor y con condiciones laborales dignas, pero la generación de empleo no está avanzando en este sentido y, de nuevo, asistimos a un sistema que prioriza el beneficio económico y ‘descarta’ a las personas, principalmente mujeres, jóvenes y migrantes».
Y desde esa perspectiva se quiere subrayar en la cercanía de la fiesta de San José Obrero que «en nuestro compromiso como Iglesia por el Trabajo Decente, en este Primero de Mayo, defendemos la dignidad del trabajo y el trabajo decente como una prioridad humana y, por ello, una prioridad cristiana y un compromiso de toda la Iglesia».
Ante esta manifestación «Iglesia por el Trabajo Decente» reivindica «a igualdad salarial entre mujeres y hombres, así como políticas sociales y de género que permitan a las mujeres el acceso a las mismas oportunidades laborales que los hombres, garantizando la conciliación de la vida personal y laboral». También plantea la necesidad de «creación de empleo juvenil de calidad: para que las jóvenes desempleadas y/o precarias tengan acceso a un trabajo digno; relacionado con sus estudios y/o vocación. Generando empleo de calidad y la gestión de medidas necesarias para disminuir el desempleo juvenil, la migración de jóvenes y la temporalidad».
Día Mundial de la seguridad y salud en el trabajo
Con la mirada puesta en el Día mundial de la seguridad y salud en el trabajo que se celebra el 28 de abril, este manifiesto hace hincapié en «la promoción de un entorno de trabajo seguro: con la puesta en marcha de políticas activas y la financiación de proyectos preventivos que doten a las trabajadoras y trabajadores, así como al propio entorno de trabajo» y también una llamada específica hacia la problemática de dos colectivos concretos: «Que las personas empleadas de hogar tengan acceso a los mismos derechos que el resto de trabajadores y trabajadoras, reconociéndose definitivamente su derecho a la prestación por desempleo»; «La regularización urgente de las personas migrantes en situación administrativa irregular, para que puedan tener acceso a sus derechos de ciudadanía».
Por último, este manifiesto concluye con una reivindicación que apela a la Esperanza: «Reclamamos, junto al papa Francisco, el trabajo ‘especialmente trabajo decente y no de cualquier modo’, como garantía para la inclusión, el desarrollo y la dignidad de las personas.
Animamos a que en este 1º de Mayo nos unamos, como comunidad cristiana, en el compromiso por la defensa del trabajo decente, participando en los actos reivindicativos y celebrativos que se realicen en las diócesis, apoyando su visualización y difusión, contribuyendo así a que nuestro mensaje pueda llegar con fuerza en la esperanza de que el trabajo decente pueda ser una realidad para todas las personas».