Treinta personas privadas de libertad ayudarán en la rehabilitación del monasterio de Rioseco

Los días 29 y 30 de octubre, internos de todos los centros de Castilla y León
convivirán con vecinos y voluntarios del valle de Manzanedo (Burgos) en una salida terapéutica programada impulsada por Cáritas Autonómica de Castilla y León
En el marco de los programas penitenciarios de Cáritas en Castilla y León, 30 personas reclusas participan en la rehabilitación del monasterio de Rioseco, cercano a la localidad burgalesa de Villarcayo. La salida terapéutica, que se ha celebrado los días 29 y 30 de octubre, cuenta con la colaboración de funcionarios y técnicos de centros penitenciarios, así como técnicos y voluntarios de las Cáritas Diocesanas de Castilla y León.

Tras la experiencia del año 2023, en la que un grupo de internos de distintos centros
penitenciarios de Castilla y León intervinieron en la sierra de La Culebra, afectada por un grave incendio, esta semana se realizará por segundo año consecutivo otra salida terapéutica. Desde las cárceles de Burgos, León, Soria, Segovia, Valladolid y Salamanca y Zamora, internos, funcionarios, técnicos de Cáritas y voluntarios han acudido al monasterio de Rioseco para colaborar con su rehabilitación. La fundación Monasterio Santa María de Rioseco lleva más de una década recuperando una construcción que data del siglo XII y que se encontraba en estado ruinoso desde finales del XIX. Además de la colaboración del programa de Prisiones de las distintas Cáritas que trabajan en Castilla y León, resulta fundamental la interacción con los vecinos, tanto de la zona de Rioseco como de Molinos de Butrera, la localidad en la que se ha pernoctado.

En la mañana de ayer, martes 29 de octubre, el grupo llego a  la citada localidad y conocieron la actividad de la fundación Monasterio Santa María de Rioseco. Durante la tarde, y hoy miércoles por la mañana, se realizarán tareas de reconstrucción, siguiendo las indicaciones de los técnicos que las supervisan. Con esta clase de salidas terapéuticas se busca que los internos conozcan la realidad cultural del entorno, ahonden en sus habilidades sociales y colaboren con proyectos de tipo social. Además, su convivencia con los vecinos de la zona contribuirá a acabar con los prejuicios acerca de las personas privadas de libertad.

Desde Cáritas Diocesana de León, 8 personas se han sumado a esta actividad: 4 chicos del centro penitenciario(dos de segundo grado y 2 de tercer grado), 2 técnicos de Caritas Diocesana, 1 voluntario del programa y 1 alumno en prácticas.