Proyecto “Hogar de Transición” de Cáritas Diocesana de León: recurso residencial masculino hacia la inclusión social

El proyecto “Hogar de Transición” posibilita a hombres en situación de vulnerabilidad que ya han comenzado un  proceso en Cáritas, iniciar un camino dirigido al empoderamiento y a recuperar las habilidades que han ido perdiendo por haber vivido un excesivo tiempo dentro de la exclusión severa o el riesgo de exclusión. A través de este recurso de medio-largo plazo  aprenden a caminar de nuevo, a recuperar su independencia y a obtener las herramientas necesarias para ” volver a ser” en sociedad.

Cáritas Diocesana de León dispone de dos pisos que conforman el proyecto “Hogar de Transición” de hombres, en el que ofrecemos acogida y cobertura de necesidades básicas como paso previo a la inserción. Están financiados dentro del proyecto de mantenimiento de recursos y alojamientos con la  Ayuda de la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León  ASD).  Se trata de un proceso en el que las personas acogidas van adquiriendo las habilidades necesarias para la independencia plena. La convivencia, los horarios, las tareas de limpieza, organización, cocina y recados son hábitos en los que se va trabajando para, después de un periodo, poder garantizar su autonomía individual bien porque encuentran trabajo, porque llegan a percibir alguna prestación o, simplemente, porque el proyecto llega a su fin una vez alcanzados los objetivos.

Al estar ligado al servicio de Acogida y Atención Primaria, es éste quien propone la entrada del usuario en dicho hogar y quien vela por el seguimiento del proyecto individualizado de inserción de cada beneficiario, teniendo en cuenta diferentes aspectos clave:

  • Flexibilidad y trato personalizado para una intervención global, respondiendo a las necesidades cambiantes de cada persona, que atienda tanto problemas sociales como socio-sanitarios, en coordinación con todos los recursos necesarios.
  • Intervenciones basadas en las habilidades de cada persona, fomentando sus potencialidades y evitando la dependencia de sistemas asistenciales siempre que sea posible.
  • Utilización de los sistemas de protección social normalizados siempre que sea factible.
  • Proporcionar atención individualizada y atención a cuidados, higiene y salud, así como los diferentes procesos de recuperación.
  • Fomentar la integración gradual de estas personas en entornos laborales y sociales.
  • Promover y potenciar la autoestima.
  • Coordinar recursos de manera eficiente para lograr los objetivos planteados.
  • Apoyar la creación de redes de apoyo para las personas atendidas.
  • Utilización de metodologías tanto grupales como individuales.
  • Colaborar con entidades públicas y privadas en intervenciones psicosociales siempre que sean necesarias.

En el momento de la entrada en el piso, se elabora un plan específico de trabajo, que busca iniciar -o continuar– un proceso integral (educativo, sanitario, social y laboral). Cada proceso es único (uno hace un curso de habilidades, otro formación profesional,  otro adquiere herramientas digitales o mejora su dominio del castellano…)  todo ello encaminado a verse como “ciudadano” desde una perspectiva de derechos.

Acompañar este proceso siendo voluntario o técnico, hace posible disfrutar de los éxitos, sufrir los fracasos, pero siempre mirando a los ojos a cada uno de los que están incorporados al proceso. No importa ser español o extranjero, con “papeles” o “sin papeles”, tener unas habilidades u otras… Creamos oportunidades de “ser” y “aprender a ser”.

El equipo de técnicos y voluntarios es el encargado de acompañar, apoyar, reforzar y realizar el seguimiento de cada uno de los  8 beneficiarios actuales del proyecto “Hogar de Transición” para lograr el objetivo de la inclusión social que pretende. Los técnicos visitan semanalmente ambas casas parar garantizan los procesos de inserción además de  gestionar las rutinas y correcta convivencia de los participantes.

El apoyo de los voluntarios en este acompañamiento es fundamental, ya que añade el toque humano que resulta crucial para alcanzar los objetivos planteados con cada individuo. Es una forma inequívoca de establecer un vínculo afectivo y relacional con la sociedad, lo cual es esencial en nuestro proyecto.

Uno por uno, o mejor dicho, persona a persona, siguen un plan establecido y consensuado desde Caritas Diocesana de León dirigido a su empoderamiento social. La recuperación de una serie de rutinas básicas les  permite “ser ciudadanos”, adquirir hábitos como la convivencia, ser conscientes de sus obligaciones y  derechos,  recuperar la confianza, ser responsables en la gestión de sus recursos y realizar autónomamente todo tipo de trámites y gestiones.

Procuramos, y ese es el objetivo real del proyecto, que al final de su paso por este “Hogar de Transición”, hayan adquirido habilidades sociales y laborales y dispongan de los recursos y formación necesarios para su inserción laboral e independencia económica. En definitiva, que sean personas autónomas, libres, conocedoras de sus derechos y obligaciones ciudadanas e integradas en la comunidad.