Medio penitenciario de Cáritas Diocesana de León: desde 2003 acompañando a personas reclusas y sus familias

Con el propósito de apostar por un modelo de justicia que se aproxime con mayor nitidez a la de nuestro Dios, humanizada y dignificante que busca sin descanso al que equivocó en el camino, que le ayuda a hacerse cargo de su error, que procura reparar el daño que causó, que considera innegociable la dignidad de toda persona humana al margen del delito cometido, Cáritas Diocesana de León trabaja desde el año 2003 en el ámbito penitenciario, en colaboración directa con el Centro Penitenciario de Villahierro en Mansilla de las Mulas (León). En ese mismo año se pone en marcha el programa denominado PISO DE ACOGIDA Y TUTELA DE PERMISOS PENITENCIARIOS, un proyecto de continuidad financiado por la Junta de Castilla y León desde entonces hasta el presente 2022 en mantenimiento de recursos y alojamientos alternativos, además de con fondos propios de Cáritas. Este programa incluye acogida, preparación, planificación, desarrollo y evaluación de permisos en una vivienda de la entidad, contando con la colaboración en el acompañamiento en esos permisos de personas voluntarias en horarios de día, tarde y noche. Desde el interior del centro participamos previamente en el Programa de Preparación de Primeros Permisos donde, a través de talleres teórico–prácticos, abordamos los permisos tanto en viviendas de acogida como en las familias u otros recursos. También forma parte de este programa el SERVICIO DE PAQUETERÍA, por el que hacemos llegar paquetes de ropa y calzado entre familiares y personas internas que no comunican.

Por otro lado, contamos con otro programa denominado ACOMPAÑAMIENTO INTEGRAL A PERSONAS RECLUSAS Y EXRECLUSAS, financiado con el 0,7% Estatal de 2021, y con fondos propios. En el acompañamos los procesos de las personas presas a través de acogida, información, talleres variados (desde orientación laboral y búsqueda de empleo a habilidades sociales, desarrollo personal, cerámica, etc.) y como apoyo en la excarcelación, con especial incidencia en los primeros 30 días de libertad, ayudando a cubrir las necesidades básicas de alimento, medicamentos, alojamiento, ropa, apoyo en trámites y gestiones, etc. Las personas voluntarias son claves en todos y cada uno de estos acompañamientos.

Desde Cáritas Diocesana de León supervisamos la adaptación de las personas penadas que cumplen su pena en nuestra entidad a través del programa de EJECUCIÓN DE PENAS DE TRABAJO EN BENEFICIO DE LA COMUNIDAD, apoyando su proceso. Igualmente, pero con personas menores de edad, tenemos el PROGRAMA de RESPONSABILIDAD PENAL DE MENORES donde se realizan las mismas actuaciones con menores de 14 a 17 años.

Por último, las personas que se encuentran en situaciones de exclusión social, no solo sufren personalmente dichas situaciones, sino que las mismas tienen un impacto importante en sus familias. Teniendo en cuenta esta circunstancia, y particularmente en el caso de las personas reclusas, comprobamos cómo sus padres, hijos, esposas, hermanos, abuelos… sufren su propia condena, porque al hecho de tener a un familiar preso se une el que se les hace responsables de la conducta de su familiar y socialmente se les estigmatiza y son aislados, con las consecuencias que ello conlleva a nivel social y personal. Todo ello afecta a diversas áreas de su vida, dado que el entorno pierde la confianza en ellos, les da las espalda, desconocen cómo seguir adelante sin ese familiar preso, aparecen los problemas económicos, etc. Con el objetivo de brindar atención a las familias de las personas reclusas, nos hemos sumado a Cáritas Española en la iniciativa Familia y prisión: Acompañando Personas” que acabamos de poner en marcha, para actuar como comunidad más accesible a estas familias y ofrecerles apoyo desde las Parroquias y desde Cáritas Diocesana, brindándoles escucha, apoyo e información que les ayude a mejorar en este proceso vital.

  • Ver entrevista completa a Eva Gómez, técnico de programa penitenciario de Cáritas Diocesana de León: pincha AQUÍ